Una extraña pareja: Huevo Sorpresa y Roscón de Reyes

   huevoPodríamos usar este título para jugar a las adivinanzas: ¿Qué tienen en común el Huevo Sorpresa y el Roscón de Reyes?

  Con el primero nos referimos al famoso Huevo-Kinder compuesto de una cápsula de chocolate de 20 gramos y un juguetito en el interior (hasta 150 modalidades diferentes). El Roscón es un típico bizcocho navideño habitual en algunos países de Europa como España o Francia, que incluye en su masa una figurita de rey mago u otra considerada como premio para quien la encuentre, y otra de habichuela entendida como broma.

  El punto en común está en que son los dos únicos supuestos de combinación “alimento-juguete” que se salvaron de una prohibición dictada por la Unión Europea en relación a comestibles que pudieran incorporar juguetes. El 3 de Mayo de 1988 se dictó la Directiva 88/378/CEE del Consejo, que en España incorporó a su legislación mediante el Real Decreto 880/1990 y alguno posterior como el 1205/2011, de 26 de agosto, sobre la seguridad de los juguetes.

  La legislación europea quería mostrarse muy rigurosa con los riesgos de que los menores pudieran ingerir cualquier objeto no comestible incorporado a otro que sí lo fuera, confiadosroscon en la apariencia de éste último. En el caso del huevo-sorpresa, la cuestión fue objeto de arduos debates, si bien la solución cayó del lado de la permisión, por entender que el juguetito no estaba directamente en contacto con el comestible sino que realmente venía en su propia cápsula de plástico, la cual además no ofrecía ningún atractivo especial que incitara a su ingestión. Aun así, la discusión no cejó en algunos países; es el caso de Alemania, donde una Comisión Parlamentaria sobre la infancia, a impulso de la diputada liberal Miriam Grub, insistía en la falta de seguridad del producto.

  Aunque algunos tachaban esta iniciativa de exagerada, hay que advertir que en Estados Unidos están prohibidos los huevos-sorpresa por ese mismo motivo. Existe allí una ley de 1938 que prohíbe los objetos «no nutritivos» dentro de alimentos de venta al público. Ello ha provocado numerosos incidentes en frontera cuando los viajeros transportan estos productos; se habla de hasta 60.000 unidades confiscadas en la aduana con Canadá en el año 2012, y hemos leido citas de multas de 300 o de 2.500 dólares por introducir el huevo-sorpresa en el país norteamericano.

  La prohibición ha provocado algunas sátiras en Estados Unidos como la de la campaña “Adivina cuál” en la que una serie de imágenes de parejas de niños comparaba diversas conductas y preguntaba cuál era la prohibida. En una de ellas aparecía un niño con un huevo-kinder y una niña con un arma tresorde fuego automática, estando lo primero prohibido y lo segundo permitido. En cualquier caso, y como la necesidad aguza el ingenio, ha aparecido ya una empresa de New Jersey (Kevin Gass, Candy Treasure LLC.) que ha inventado un huevo sorpresa legalizable, el Choco Tresaure. Su especialidad es que en lugar de presentar una figura entera de chocolate, se forma de dos capas semiovoides con una separación amarilla que avisa de la existencia de la cápsula interior, evitando (supuestamente) la confusión al verse de primeras el juguete.

  Por lo que respecta al Roscón de Reyes, fue salvado de la prohibición al entenderse que las figuritas no eran verdaderamente un juguete. No entraremos a enjuiciar la sabiduría de las autoridades, y nos limitaremos a celebrar el que, al menos por un tiempo más, nos permitan “jugar” a encontrar estos “no-juguetes” en el Roscón cada Navidad.


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