Melchor, Gaspar y Baltasar son los nombres de los Tres Reyes Magos de Oriente, a los que muchos están ya esperando con ilusión. De los tres, Baltasar ha sido tradicionalmente el más exótico para los españoles y por ello el preferido de tantos niños. Hoy diremos algo sobre el nombre de Baltasar.
Según la tradición, los Reyes Magos vinieron de lejanas tierras orientales, lo que evidentemente debía influir en sus propios nombres. No obstante, también hicimos alusión en una entrada anterior a la revisión que la propia Iglesia, a través de una publicación del Papa Benedicto XVI (La Infancia de Jesús), realizó hace pocos años sobre los elementos navideños, alcanzando tanto a elementos iconográficos (por ejemplo, la mula y el buey) como a elementos de fondo, incluida la personalidad de los Reyes Magos. Entre otras cosas, el entonces Papa abordaba la posibilidad de que el llamado Oriente de la tradición estuviera mucho más cerca y realmente se tratara de personajes vinculados al mundo de Tarsis-Tartessos, presente en la Andalucía española y particularmente en el entorno de Cádiz, el Gades de la Antigüedad. Ello nos hace preguntarnos sobre el verdadero origen del nombre del rey Baltasar, en sí mismo y como nombre de uno de los Reyes Magos.
Como nombre, los textos bíblicos incluyen Baltasar como una referencia hebrea a un nombre asirio, aludiendo a los tiempos en que el pueblo de Israel estuvo cautivo en la oriental Babilonia en el siglo VI a.C., tras la destrucción del primer templo de Jerusalén por Nabucodonosor II. El nombre sería Bel-šarru-usur o Belshazzar, y significaría «Dios protege al Rey» o “protegido por el Señor”. En el libro del profeta Daniel se habla de un rey Baltasar, contemporáneo del profeta e hijo de Nabucodonosor, quien habría sido el último rey caldeo de Babilonia antes de ser conquistado este reino por el persa Ciro El Grande, el cual permitió a los judíos volver a su tierra. Daniel (Daniel, 1.5) retrata a Baltasar como personaje capaz de importantes banquetes, lo que le añade la nota de riqueza; de igual forma, el mismo Daniel –hebreo- fue llamado Beltassar por el rey, quien alabó su sabiduría al anunciar en la interpretación de un sueño la venida de un reino futuro que vencería sobre los reinos terrenales. De la combinación de estos materiales es factible que derivara la idea de un Baltasar, rey o próximo a reyes, sabio y dadivoso y vinculado a la llegada de un Mesías. Hay otros nombres o episodios que se confunden con éste, (Nabonid, Lebineto…) pero su examen excedería a este espacio.
La mención a los Reyes Magos en Belén es posterior, únicamente contenida en el Evangelio de San Mateo (Mt. 2-1), quien sí se refiere a unos “magos de Oriente” -sin decir “reyes”- y cita los presentes de “oro, incienso y mirra” (Mt., 2-11). La referencia a Oriente vendría del Salmo 72 (“Que los reyes de Arabia y de Sebá le traigan regalos”), que al cotejarlo con el libro de Isaías (Is. 80-9: “…con naves de Tarsis enfrente…”) permitiría la asociación de este Oriente con el Tarsis peninsular.
Aun así, ni siquiera en estos textos se hablaba de un rey Baltasar, ni se citaba su raza. La primera aparición la encontramos en la Italia del siglo VI, en la basílica de San Apolinar Nuevo, de Rávena, que Justiniano decoró con unos mosaicos de la Adoración de los Reyes Magos con tres figuras y sus nombres Melchor, Gaspar y Baltasar, portando regalos. Baltasar aparece con barba castaña y de raza blanca, vestido no con corona sino con gorro frigio, ropas lujosas y capas con apariencia oriental. Parece que en Belén también se hizo una decoración semejante, de modo que las vestiduras “persas” salvaron a la basílica en las invasiones del siglo VII, según relató una carta del año 836. En cuanto al color de la piel, su definición sería aún posterior, pues no empieza a figurar la raza negra sino hasta más avanzada la Edad Media, cuando el arte procuró presentar la escena del Belén con un carácter universal, dirigido a todos los hombres con independencia de su raza o cultura.
Al margen de la historia de un nombre, todos sabemos que nuestro querido Rey Mago Baltasar nos traerá sus juguetes desde Oriente y usará toda su magia para llegar a todas partes, como siempre.