Es inminente el estreno de Cenicienta (Cinderella) de Disney, tanto en Estados Unidos como en Europa. En este mismo mes de marzo podremos dejar de hablar de los tráilers y videos promocionales de esta nueva entrega para centrarnos en el largometraje.
Por lo que hemos podido conocer, la obra parece programada para gustar a toda la familia, pues aparte de los elementos puramente infantiles se incorporan otros del gusto de los padres, como son el plantel de dirección y actores, el vestuario, la ambientación y el hecho en sí de que la filmación sea real y no por animación.
Tanto el director (Kenneth Branagh) como el plantel principal de actores (Lily James, Richard Madden, Helena Bonham Carter) son de origen británico, con la única excepción de Cate Blanchett que es australiana. Ello parece dar cierta garantía de que el producto no se dejará llevar excesivamente por lo kitch. Branagh, por su parte, es conocido como actor y director por su vertiente historicista y de calidad; para lograr la fantasía clásica de esta obra parece haberse situado a mitad de camino entre Tim Burton y Milos Formann. El toque Burton se reafirma con la presencia de Bonham Carter, a la que además le encajan muy bien ciertos papeles histriónicos (como en el Frankenstein, de Mary Shelley), y a la que veremos como un Hada Madrina rubia. A Lily James la conocíamos de Downton Abbey, y a Madden por Juego de Tronos. De Cate Blanchett dicen las primeras críticas que es la mejor del elenco, y que por sí sóla ya hace que la película valga la pena. Otros papeles menores también han sido asignados a actores muy sólidos (por ejemplo, el de rey a Derek Jacobi, consagrado por la serie Yo Claudio)
En el vestuario ha habido un verdadero derroche de esmero. En Madrid, por cierto, la casa Museo ABC ha organizado una breve exposición de los modelos utilizados (se dice que el del baile de Cenicienta necesitó 5 kilómetros de tela y 10.000 cristales Swaroski), acompañados de doce diseños de zapatos para Cenicienta elaborados por creadores españoles.
El que la película sea de filmación real es otro atractivo para los adultos, los cuales a partir de cierta edad suelen disfrutar menos con las obras de animación. Dichos adultos, -o mejor, los papás y mamás- deberían recordar que su primera Cenicienta, la de 1950, fue también una obra de animación. Será inevitable establecer comparaciones entre ambas versiones; las primeras críticas tras algunos pases como el del Festival de Berlín son relativamente favorables, admitiendo que la versión real no mejora pero tampoco desmerece la primitiva, pudiendo ésta disfrutarse como un producto autónomo.
En todo caso, lo que sí es evidente que Disney pretende en este 2015 satisfacer a todo tipo de públicos, pues ha programado 12 estrenos (uno para cada mes) con formatos diversos. En los meses posteriores a Cenicienta se estrenarán Monkey Kingdom (documental), Los Vengadores: la era de Ultron (mixta), Tomorrowland (filmación real) Ant-Man (filmación real), Inside Out (Disney-Pixar), y El libro de la Selva (filmación real). Como vemos, nos espera un año de cine.