Incombustible Star Wars

El fenómeno Star Wars es digno de estudio. El estreno de su séptima entrega cinematográfica –El despertar de la Fuerza– el pasado 18 de Diciembre, ha congregado en España en tres días a 1,1 millones de personas, las cuales han abarrotado las 1.356 pantallas preparadas en 400 cines. En España y en Estados Unidos ocurrió el día 18; en Francia, Bélgica, Italia y Holanda se había estrenado el 16, mientras que el 17 ocurrió lo mismo en Reino Unido, Portugal, Alemania y Rusia, por hablar sólo de Europa.

  FOTO1No sólo las salas de cine han experimentado la fiebre de la saga creada por el californiano George Lucas allá por los años 70. De una forma muy hábil, la salida al público en plena Navidad de un producto tan esperado ha generado una espiral de euforia en las compras: elementos de merchandising, juguetes, disfraces, libros, y todo tipo de productos vinculados a la saga han sido solicitados por una demanda exhultante. No es de extrañar que para muchas Fiestas de Noche Vieja y Año Nuevo se hayan preparado ceremonias galácticas y que muchos niños –y no tan niños- hayan pedido a los Reyes Magos las naves, vehículos, máscaras y cualquier otra cosa que les recuerde a los legendarios Luke Skywalker, Han Solo, la Princesa Leia, Darth Vader…

  Muchos se preguntan qué tiene esta saga para seguir gustando a padres y a hijos. Los niños de 1977, año del estreno de la primera entrega Star Wars (La guerra de las Galaxias), son hoy padres e incluso abuelos; sin embargo, multitud de jóvenes de hoy se sienten tan seducidos o más que sus mayores por un producto que muchos daban por superado.

  La cuestión ha sido analizada por numerosos críticos, de los que podemos extraer algunas lecturas. Para algunos es elemental el factor “saga”, como ha ocurrido en tantos otros casos como los de Harry Potter, El Señor de los Anillos o Indiana Jones. Otros inciden en el éxito seguro del planteamiento “bien contra el mal”, así como en la fascinación que ejerce la posibilidad de que “el bueno se vuelva malo, y el malo se vuelva bueno”, como ocurre en Star Wars con el juego inestable de los Jedi, la Fuerza y el Lado Oscuro.

  leiaOtros prefieren poner el acento en cuestiones tecnológicas como son la permanente innovación en efectos especiales, algo que atrae a un público siempre atento a la renovación de videojuegos, sonido, imagen, etc. Para un sector más amante de la cultura, resulta clave la inspiración de una persona insustituible en todo este montaje: la del genio George Lucas, cuyo talento pudo ya vislumbrarse en una de sus primeras obras: American Graffiti. La inspiración de Lucas no sólo ha generado el producto Star Wars sino también ha estado detrás de otros como Indiana Jones o Jurassic Park, sea como director, productor o guionista; ahora bien, otros muchos con la misma tecnología y los mismos trasuntos narrativos no han conseguido el éxito del “factor George Lucas”. Los más escépticos inciden en que, al margen de las genialidades de creativos y técnicos, no estaríamos hablando de un éxito  George Lucastan rotundo de público y ventas si no hubiera estado detrás la compañía Disney apoyando esta nueva trilogía –la tercera de la saga- que ahora da comienzo, y que anuncia nuevas entregas de la octava y novena producción para los próximos dos años.

  Por nuestra parte siempre incidiremos en el aspecto creativo. A igualdad de factores siempre hay un elemento de azar y magia que viene de la mano de algunas personas tocadas por el dedo de las musas, y una de esas personas es George Lucas. Los efectos especiales, las campañas, los arquetipos, son repetibles; los genios no.

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