Algo sobre Pokemon
Aunque Pokemon nos parezca algo muy reciente, el año próximo se cumplirá el veinte aniversario de su aparición.
En efecto, fue en 1996 cuando surgió esta figura a mitad de camino entre la franquicia, el videojuego y la animación. Actualmente existe todo un sector de merchandising alrededor de Pokemon, cuya expansión alcanza desde las series de televisión, videojuegos, producciones de manga y un amplísimo conjunto de objetos coleccionables. Existen foros y clubs de fans que evidencian la vitalidad del producto y que especulan sobre las nuevas producciones de cada año. Por poner un ejemplo, en el Club Guiness de los Records de 2009 fue reconocida una de estas fans (Pikabellechu) cuyo desarrollo creativo en imágenes y atrezzo ha generado un camino propio.
La idea básica del mundo Pokemon consiste en cazar un sinfín de personajes –se citan hasta 721 variedades-, los cuales se presentan inicialmente como pequeños seres parecidos a insectos o semejantes. El nombre “Pokemon” viene de Pocket Monster, o Monstruo de Bolsillo. Su creador, Satoshi Tajiri, tenía esta idea en mente al crearlos: tal como él mismo ha relatado, de pequeño era un niño habituado al mundo rural en el que cazar insectos y analizarlos era una distracción fascinante, de modo que cuando dispuso de la capacidad tecnológica necesaria inventó un mundo parecido al de los insectos y pequeños animales de su infancia. El atractivo de tanta biodiversidad hizo que ideara multitud de especies semejantes a las especies animales en las que cada una tiene sus propias armas de defensa y ataque frente a las restantes. Los personajes se agrupan en función de sus habilidades (fuego, agua, volador, electricidad, magia, fantasma, veneno, psíquico…) cada una de las cuales le da ventaja contra algunos de los restantes.
Uno de los personajes más carismáticos es Pikachu, que suele servir como imagen de Pokemon, acompañando al protagonista Ash Ketchum. Pertenece a las primeras series y es una especie de ratón eléctrico, pudiendo usar este elemento para paralizar a sus contrarios. Su nombre alude a raíces japonesas relativas a conejos y ratones, y algo semejante ocurre con los restantes nombres, lo que fomenta la curiosidad del público occidental por las claves orientales subyacentes.
Con independencia del producto en sí, cabe hacer alguna mención sobre el creador, Tajiri. Generalmente suelen tener éxito aquellos productos que se elaboran con autenticidad, cosa que podemos asegurar en el caso de Tajiri pues este creativo no paró hasta desarrollar un producto que encajaba con sus propias inclinaciones. Nacido en 1965, ya hemos indicado que en su infancia se distraía largamente con la biodiversidad natural. En su adolescencia descubrió el mundo de los videojuegos y se encauzó por esta vía, no cejando hasta culminar sus estudios de electrónica. Hizo amistad con otro apasionado de los juegos, Ken Sugimori, con el que en 1989 fundó la revista Game Freak y con el que poco después se animó a crear un producto propio.
Tajiri se ocupó de los aspectos técnicos y Sugimori de los diseños. Poco después nació el producto Pokemon y sus creadores contactaron con Nintendo, aplicándose al producto algunas sugerencias del mismísimo Shigeru Miyamoto (el creador de Mario Bros). A la primera generación siguieron varias sucesivas, y todas ellas exitosas, llegando hasta hoy. Así pues, lo que podría parecer un videojuego más ha alcanzado cierta veteranía y un carisma propio, cosas nada fáciles de conseguir.