Gafas de sol para niños, una buena costumbre
El uso de gafas de sol por parte de los niños cada vez es más común, y es una buena práctica que los adultos debemos incentivar durante todo el año. Los niños aprenden la mayoría de las cosas por imitación y probablemente nos pidan unas gafas de sol, únicamente por moda o como indicaba anteriormente, por imitación. En cualquiera de los casos, si el niño necesita unas gafas de sol y somos conscientes que las necesita y le van a proteger, ¿Qué características nos pueden indicar el modelo adecuado?
La característica principal que debemos valorar es que cumpla con todos los requisitos de seguridad que marca la Comunidad Europea (CE). Esto nos garantizará que sus laboratorios ya han testado las gafas y estas, cumplen con todos los requisitos sanitarios adecuados. Una vez que tenemos unas gafas, llamémoslas homologadas por la CE, vamos a valorar la composición de sus lentes o cristales, asunto muy importante.
Cristales polarizados, son capaces de reducir el resplandor reflejado por las superficies, consiguen una imagen más clara. Protección rayos UV, la exposición excesiva a los rayos ultravioleta pueden derivar en problemas importantes como las cataratas, por lo tanto este requisito es casi imprescindible para cualquier modelo de gafas de sol. Otra de las características interesantes para unas gafas infantiles es la protección extra y en este caso, unas lentes con un tratamiento anti rayado vienen muy bien. Nada va a proteger a unas gafas de sol contra el día a día de un niño, pero sí que pueden minimizar su impacto.
Así que recuerda, si este verano quieres proteger a los más pequeños con unas gafas de sol, ten en cuenta estos tres detalles. Que cumplan todos los requisitos de la CE, que sus lentes aporten una protección extra a los rayos ultravioleta del sol y si además, cuentan con un tratamiento anti rayado, mucho mejor.