Picaduras de medusa.

   medusa¿Qué debemos hacer ante una picadura de medusa? Y sobre todo… ¿qué no debemos hacer? ¿Afectan más sus picaduras a los niños pequeños?

   La respuesta a lo último es “sí”. Los bebés, los ancianos y las mujeres embarazadas deberían tener algo más de precaución ante las medusas, como vemos al final.

   En general, lo primero es saber cuándo, por qué y cómo pica una medusa. Sabiendo esto podemos evitar muchas de sus complicaciones. Respecto al cuándo, sabemos que las medusas aparecen en las aguas más cálidas; en España además este factor se acrecienta por factores como el aumento de temperatura del mar, la sequía que dificulta el vertido al mar de agua dulce (la salinidad es favorable a las medusas) y la escasez de especies depredadoras como el atún, que regulan la masificación de medusas. Dándose estas circunstancias aparecerán medusas tarde o temprano. Además, las playas suelen advertir de su presencia mediante una bandera con un dibujo en fondo blanco.

   En cuanto al por qué, las medusas no atacan porque sí, sólo despliegan sus tentáculos cuando se sienten en peligro, por lo que lo mejor es no acercarse mucho; las medusas no se desplazan rápido, más bien se dejan llevar flotando o a lo sumo se mueven a pequeños impulsos, pero nunca nos sorprenderán si estamos medianamente atentos. Por tanto lo mejor es vigilar y alejarnos en cuanto veamos una (donde hay una suele haber más).

   cruzEl cómo pica tiene relación con esto, pues son los tentáculos extendidos para comer o protegerse los que provocan la picadura. Contienen unas pequeñas células urticantes con veneno o líquido tóxico; esta parte es la que suele tener contacto con nuestras extremidades (brazos o piernas) y por ello es en estos puntos donde suelen picarnos. Sabiendo que el tentáculo es el que provoca el daño, tenemos que evitar en todo caso tocarlo para extraerlo si se queda adherido; usar en todo caso guantes o mejor aún toallas pues el veneno puede atravesar el guante, y saber que el tentáculo aun separado de la medusa sigue siendo tóxico, aunque parezca muerto, o lo esté.

   No es grave la picadura de medusa, aunque por supuesto siempre es aconsejable acudir al puesto de Cruz Roja o sanitario más próximo. Los síntomas ordinarios son picor y dolor, además de enrojecimiento y quizá sangrado. El dolor agudo suele mantenerse entre 30 y 60 minutos, aunque puede alargarse algunas horas.

   Lo que la mayoría de especialistas recomiendan es, primeramente, limpiar la zona con agua salada o suero fisiológico. Nunca con agua dulce pues se romperán las células urticantes extendiendo más el daño; tampoco hay que frotar o rascarse pues se producirá el mismo efecto, y se desmiente el que la orina aminore el daño. A continuación debe aplicarse frío, a ser posible con un poco de hielo envuelto en tela o toalla, y usar durante unos 2 días una pomada con antihistamínico o corticoides, para reducir la inflamación y el dolor.

   En casos raros pueden darse otros síntomas más severos, como mareos, calambres, dificultades respiratorias, dolor de cabeza… y sin incluir aquí la mención de otro tipo de medusasplaya impropias del Mediterráneo que pueden provocar daños mucho más peligrosos. En todo caso, como siempre, es preciso acudir a un facultativo, y más en los siguientes tres casos: 1) los bebés, al tener incompleto su sistema inmunológico, son más vulnerables a un ataque que, al fin y al cabo, contiene veneno; 2) los más mayores, ante la posibilidad de que ya estén en tratamiento con otros medicamentos, o tengan afecciones cardiovasculares, y 3) en cuanto a las mujeres embarazadas, el cuidado debe ponerse en la aplicación de antihistamínicos.

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