Volar con los Super Wings

Super-Wings es una de las series recientes más exitosas en el campo de la animación. Su personaje principal es Jett, 1un simpático avión rojo dedicado a misiones en favor de niños de países diversos.

   La producción corresponde a la compañía CEJ&M, integrada por diversas firmas de China, E.E.U.U., Alemania y Korea del Sur. Este factor internacional junto a un evidente estudio previo de marketing explican la orientación de la serie y su atractivo para los menores. La dirección se ha dejado a Gil Hoon Jung, quien ha utilizado la experiencia adquirida con su serie anterior, Tickety Toc, semejante en algunos puntos a Super-Wings.

   Los creadores han buscado diversos elementos que suelen garantizar el favor del público infantil, acumulándolos en la convicción de que “cuanto más, mejor”. Hablamos del factor pandilla, el factor sueños, y el factor convertible. Si a ello añadimos el factor valores, tan atractivo a los padres, resulta la combinación perfecta para recibir el aplauso familiar.

   2El factor pandilla  significa que hay varios personajes dotados cada uno de un carácter, un color, unas habilidades. Ello permite que cada niño siempre encuentre algún componente con el que identificarse. El protagonista, por descontado, es Jett, asignado al aeropuerto como “repartidor” de los encargos que Jimbo, un controlador aéreo muy bondadoso, le encomienda en cada capítulo. Jett cuenta con su amiga Dizzy, helicóptero rosa de rescate, y sus amigos voladores Donnie, Jerome, Paul… cada uno con su color y su especialidad. En cada encargo suelen surgir dificultades, y Jett y Dizzy piden la ayuda del amigo más adecuado al caso. Esta pandilla de aviones tiene su paralelo en otra pandilla secundaria: la de los aparatos de tierra en el aeropuerto (el carro de equipaje Roy, el autobús Tom y el toro mecánico Sammy), igualmente divertida. El nexo de unión es el humano Jimbo.

   El factor sueños infantiles es otro ingrediente esencial de la serie. Cada capítulo se centra en un regalo o encargo que 3hay que llevar a un niño para hacerle feliz. Los niños son de diversos países, idiomas y razas, facilitando la difusión de la serie entre multitud de públicos. Es evidente la connotación “anti-racismo” y anti-xenofobia”, a la vez que se centra todo el mensaje en las necesidades de los niños, con el trasfondo de sus derechos como mensaje subliminal. Este componente actúa como adelanto de la ilusión navideña, y juega con la identificación del espectador con el asunto de cada capítulo.

   El factor convertible es uno de los más habituales en los últimos años. Son multitud de juegos y complementos cuya 4magia consiste en poder transformarse en otra cosa. Lejos quedó el “humano convertido en super-héroe” cuando se le necesita, al estilo de Spiderman, y no tan lejos las transformaciones tipo Gormiti, mutaciones al estilo Tortugas Ninja y muchas más que multiplican las posibilidades de aventura de un personaje. Los Super-Wings mutan de aviones a robots antropomorfos, lo que permite su actividad tanto en el aire como en el mundo de tierra.

   Para concluir, hemos citado los valores positivos como elemento que atrae a los padres, responsables en último término de las series que pueden ver sus hijos, así como de sus juguetes. En este caso se fomentan la cooperación, la empatía, la sociabilidad, la tolerancia, la curiosidad por el otro o el respeto a las culturas ajenas. Son muchos elementos educativos que ayudan a que los Super-Wings sean bien aceptados en todos los hogares.

 


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